La robótica en a veces permite ascender obstáculos que la misma naturaleza ha inventado. Hoy os mostramos la vida de Jacob Scrimshaw, un niño inglés de cinco años que gracias a un brazo robótico ha conseguido abrazar por vez primera a su hermano.
Jacob es un niño de la ciudad de Calderdale, en West Yorkshire, que nació con una malformación en una extremidad superior. Por medio de una empresa de tecnología robótica y a la perseverancia de sus padres, Gemma Turner y Chirs Scrimshaw, ahora puede llevar una vida como la de los demás de sus amigos.
Antes de alcanzar este hito de la ciencia, sus padres se dieron de bruces con las restricciones de los Institutos Nacionales de Salud, los que ahora no cubren la instalación de prótesis y extremidades robóticas.
Por ello decidieron hacer público el caso de su hijo y realizar una recaudación a través de la plataforma GoFundMe. En ella consiguieron la cantidad de 16.000 libras, unos 19.000 euros. Según han explicado sus padres, la mayor parte de la recolecta la entregó una persona desconocida que estaba enferma terminal.
Una vez conseguido la cantidad necesaria, se tuvieron que hacer frente al reto de crear un aparato artificial fijo desde el hombro que estuviese articulada desde el propio codo. Para ello tuvieron la ayuda de una ingeniería experta en robótica. La prótesis desarrollada es de color verde, del mismo color que la piel de Hulk, el ídolo preferido de Jacob. Tiene una mano articulada y un dispositivo de agarre que le permite manejar cosas. El proyecto ha sido todo un éxito y gracias al brazo robótico al joven Jacob podrá disfrutar de una vida más accesible.