Las peligrosas infecciones que se cogen en los centros de salud continúan siendo una dura realidad para los consejos de sanidad. En estos momentos tan duros, en plena pandemia del coronavirus en todo el planeta, nos percatamos de que aún tenemos mucha tarea por eliminar las bacterias.
En las últimas décadas se han llevado a cabo protocolos de desinfección en hospitales. Es cierto que se han creado fondos para luchar contra los contagios, no obstante el número de contagios apenas ha descendido en las 2 últimas décadas y a nivel del mundo miles y miles de pacientes continúan falleciendo por estas infecciones. Mientras que el Covid-19 se transmite las calles de nuestras urbes, en los hospitales se están usando robots con los que realizar desinfecciones de habitaciones, quirófanos y corredores a través de la robótica.

Un análisis efectuado en 2016 por Epine junto con la Sociedad Española de Medicina Preventiva, Salud Pública e Higiene concluyó que un seis por cien de los enfermos que eran hospitalizados cogían algún tipo de virus en la clínica. Los brotes más habituales, conforme un informe del Centro de Control de Enfermedades estadounidense, son las que se muestran inmunizadas a antibióticos como el fluconazol o la vancomicina, como son la “Klebsiella pneumoniae” o la “Clostridium difficile”.
Erradicar los virus de los hospitales se antoja un auténtico quebradero de cabeza, en tanto que los virus pueden encontrarse en prácticamente cualquier espacio. Un factor a tener en cuenta de la misma investigación asegura que prácticamente el 30% de los contagios se producen en los quirófanos, señalándola como el espacio más peligroso dentro de un hospital.
Este género de contagios afecta principalmente a enfermos, pero asimismo a trabajadores del centro, lo que crea un riesgo para sus vidas, un mayor tiempo de ingreso del paciente y un aumento en las bajas laborales entre los trabajadores del centro. El cálculo de la repercusión económica que provocan dichas infecciones en España supera todos los años los treinta millones de euros.
La empresa de Dinamarca Blue Ocean Robotics, se centró en 2016 dar una alternativa a la desinfección de las clínicas desarrollando UVD Robots Aps en colaboración con el Centro de salud Universitario Odense danesa.
UVD robot (Robot de desinfección UltraVioleta) es un dispositivo que a través de un tratamiento de Ultra Violetas suprime patógenos dañinos así como super bacterias. Es una aplicación que a nivel global ha sido preparada para crear ambientes limpios sin bacterias a través de emisiones de luz de alta intensidad.
La propia UVD Robots afirma que el grado de eficacia del dispositivo alcanza el 99,99% de bacteria eliminadas en un tratamiento de desinfección que dura unos diez minutos.
Aplicaciones de UVD Robot
El dispositivo tiene un peso de ciento cuarenta kg y unas dimensiones de 171 cm de altura con una base de sesenta y seis x noventa y tres cm. Su capacidad de cobertura de limpieza de 360º al tiempo que la longitud de Onda UV es de doscientos cincuenta y cuatro NM.
La aplicación está controlada por un software que está enchufado a la red wifi. El tiempo de funcionamiento del robot sin ser recargado es de 2-2.5h, lo que conlleva a una limpieza de nueve-10 estancias.
Una de las características de UVD Robot es que dispone la función de desplazarse por una habitación previamente mapeada gracias a los sensores que posee. Su velocidad máxima es de 5,4 km/h y dispone de una batería con un tiempo estimado de trabajo de 3h. También posee un botón de emergencia de ser preciso pararlo por seguridad de la aplicación.
Por desarrollar este robot para desinfectar habitaciones innovador| que va a convertir la calidad de la salud pública, UVD Robots ha sido galardonado con el afamado premio IERA Awards dos mil diecinueve. Gracias a esta innovadora solución, en la actualidad el proyecto UVD Robots se halla en plena comercialización por todo el planeta.